Llegó a su casa, vi desde fuera como se aseguraba de que fuese irreal, pero ambos nos miramos, él supo que no sería el final.
Me quedé allí hasta que noté que ya no pintaba nada, era el momento de ir a por ella.
Fui a su casa, el coche de mi amiga estaba aparcado fuera, menuda imprudente, con lo que había bebido, entonces recordé que aquella noche, mi noche estuve con ellos, bailando y bebiendo y que mi hermana fue quién me llevaba a casa, pero detrás venían ellos, ¿por qué no recuerdo el coche ni a ellos el día del accidente?
Entré en su casa, estaba desmaquillándose cuando su rostro se distorsionó para aparecer el mío.
Dejó de hacerlo, miró hacía atrás pero no me vio, volvió a mirar su reflejo y ésta vez se vio a sí misma, demacrada y ensangrentada, muerta.
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