Entro y doy los buenos días, q educada soy; me sorprende con un chocolate, sabe q no tomo café. Nos miramos a los ojos, verdes y penetrantes, entran en mí, llevan años queriendo entrar y hoy lo están haciendo. No sé el tiempo q pasamos sin hablarnos, mirándonos y bebiendo. Llegan los demás y me siento en mi silla, él se pone detrás y me susurra al oído: "quiero verte sonreír" lo miro y él a mí, todos hablan y nosotros sin decir nada. Tiraría de esa corbata para besar sus labios y ser suya de una vez, maldita tentación...
Da la reunión sin volverme a mirar, plantean salir de cena y me ofrezco a organizarla, mi cabeza saturada y sin dejar de pensar en él.
No hablo de mi jefe, hablo del q siempre está presente, del q no me puedo olvidar, ¿o sí?
Tengo dudas y recurro a mi mejor amiga, cree en el amor y cree q debo esperarte porque volverás a amarme. Pero soy realista y sé q lo de mi jefe sólo será un par de veces, sexo sin amor. Algo q nunca he querido hacer. Ahora es muy distinto, necesito olvidarte y creer q me has olvidado, no puedo fantasear sin poner tu cara y eso me está matando.
Vuelvo a su despacho para hablar de la cena, cierro la puerta y no me mira, escribe y contesta sin mirarme. Voy a salir cuando me detiene, se levanta y me acorrala contra la puerta, su nariz contra la mía, nuestros ojos retandose y nuestra boca deseandose... Me vuelve a susurrar: "SI no sonríes, seré yo quién te haga sonreír." Lo miro y le contesto: "Cuando quieras" me mira y me sonríe, con una mano acaricia mi mejilla y con la otra me agarra la cintura; se acerca sin dejar de mirarme, es como si pensase q me rajaré, pero estoy decidida a sentir y no sufrir por hacerlo. Entre abro la boca y espero a q se acerque, ese roce me hace estremecer, siento sus labios, cálidos, ardientes y deseando poseerme...
Cojo su corbata y me lanzo a por su boca lo q hace que él también se vuelve más impulsivo y violento. Cierra la puerta con pestillo y me coge en brazos, mis piernas rodean su cintura y me dejo llevar hasta su mesa, tira todos los papeles y me tumba, me desabrocha la camisa, lencería negra, como a ti te gustaba y otro me desabrochará y saboreará...
Me acaricia y me mira, casualidad q estoy sonriendo, me la devuelve y me besa, recorre mi cuerpo y mete un dedo dentro de mi culotte, no deja de mirarme y yo empiezo a estar muy mojada.
No puedo gritar y me pongo la mano en la boca, me acuerdo enseguida de aquella vez en los baños públicos cuando tú y yo fuimos impulsivos. Gimo de placer, siento con él y más cuando roza mi clítoris y me empala a la vez, esa mesa q me ve todos los días, ahora me verá gozar...
¡Plas! Un golpe rompe el encanto y salgo de mis sueños, veo a mis compañeros mirándome, a mi jefe apoyado en mi mesa y preguntándome "¿estás bien?" A lo q yo contesto con una sonrisa y asiento.
De la realidad a la fantasía sólo habido un susurro y ha conseguido q no deje de sonreír...
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