Hagamos algo... #Microcuento

Días como los de hoy, días q te necesito cerca y sólo puedo imaginarte. Mi casa, mi cama, sábanas de raso blancas y un gran edredón de flores negras acarician mi cuerpo, faltas tú a mi lado y todo será perfecto; si creyerá en ello. Cierro los ojos y oigo llover, llamo a mi jefe y me niego a ir, sólo quiero dormir, soñarte de nuevo y no despertar hasta q te puedas quedar. Abro los ojos y estás a mi lado, tal y como había imaginado. Me abrazas fuerte, como si fuese irreal, besas mi frente, sonrío al tenerte. Tus labios en los míos, mordiéndome un poquito, lo justo, como a mi me gusta. Reímos los dos, me pongo encima tuya y te miro, nos miramos como tontos, mientras la gente se congela, nosotros nos daremos calor, q arda nuestro fuego así como si nada. Te beso, me lo devuelves, acaricias mi pelo, mis mejillas, y recorres mi espalda con tu pulgar, llegas al final de ella, azotas mi trasero y me pones contra el colchón, arriba se te da mejor, aunque yo prefiero cabalgarte, eres un animal salvaje. Me desprendes de la ropa, no siento frío, tú cuerpo y el mío, desnudos, rozandose y estimulando los previos de un buen sexo. No dejamos de mirarnos, no dejamos de sentirnos, no hay fantasía q mejore este día, ni soñando lo logramos. Me quitas las braguitas, llevo las q te vuelven loco, las únicas q no rasgarías, las q tanto lamerías...

Rozas mi clítoris con tú pulgar, como te gusta jugar, presionas hasta q levanto la cadera deseosa de q la metas.

Sonríes, nos reímos mucho, me encanta, aunque temo q todo lo q me ría tenga q llorarlo después...

Metes el dedo corazón, agarro fuerte la almohada y me muerdo el labio. Metes otro dedo y mi respiración es entrecortada. Con el pulgar aceleras y metes el tercer dedo, mi respiración es incontrolable y te pido q me folles ya...

Me lo niegas con la cabeza y me besas muy despacio, muy suave...

Besas mi cuello, mis pechos, lames mis pezones y cuando menos me lo espero me penetras, nada suave, ni fuerte, lo suficiente para q te desee todavía más...

Las embestidas son delicadas hasta q decides darme caña y romperme, estoy a punto de correrme, cuando decides hacer el 69, tu polla me sabe a mi y a ti, una mezcla q me va a encantar lamer...

Disfrutamos los dos, me dejo ir, pero tú quieres dentro de mí, quieres dejar tú marca y me encanta q lo hagas, q nadie más pueda entrar...

Me pongo arriba, me muevo genial, mi postura favorita: tú debajo y yo encima...

Me besas y es genial como sabes a mi, y a ti, quiero esto todos los días.

Me corro de nuevo, y cuando tú te vas a ir, agarras mi culo, levantas tu cadera y me empalas con fuerza, dos sacudidas más y vuelvo a la realidad... Debería dejar de soñar y hacerte realidad...

¿Cuándo quedamos?