domingo, 1 de febrero de 2015

Aquí y ahora... #Microcuento

Si tu puedes escribir como antes, se suponía q era para mí, yo también debería... Salir de mi caparazón y seguir jugando a este rol...
Viernes noche con otro hombre, sábado de madrugada en mi escalera estaba... No creo adicción sólo es un juego, no sientas nada porq no voy a hacer nada. Mi corazón te recuerda pero son otros labios los q me besan, tal vez no te ponías celoso porq no sentías lo q decías... Ahora ya es tarde para saberlo, abierta de piernas me encuentro, cierro los ojos porque no quiero verlo, entonces te veo y los abro de nuevo...
Tú no piensas en mí, yo tengo q dejarte ir, congelar mi corazón y olvidar q pasaste por mi vida. Me detiene no haber perdido la esperanza, creer q lo pensarás y dejarás de ser un sueño para ser real...
Tal vez debería despertar, vivir mi vida como tú haces con la tuya, sin extrañarme, sin llamarme, con silencios amargos mientras superas temores q yo he infundado...
Mientras tanto follaré un rato...
Sentir es el placer más grande q la vida te da y hay q saberlo aprovechar...
Despacho al primero como si tuviese la peste, y al segundo ni me planteo dejarlo más allá del "gracias por hacerme gritar..."
Es entonces cuando entra él en escena, tan arrogante y buscando lo mismo q yo, nada... 
Una copa, un chupito y nos vamos a su coche, de camino a un hotel me pregunto ¿es esto lo q quiero? Me miro en el retrovisor y lo miro a él... No importa lo q siento, he ocultado esa parte de mí, soy tan fría como el hielo, mis sentimientos están por debajo de esto, de empezar de nuevo y no me dejas hacerlo contigo...
Llegamos al hotel, me abre la puerta del coche, me recuerda a ti, me coge de la mano y justo saliendo del ascensor, en el pasillo donde se encuentra la habitación me empotra contra la pared, levanta mis brazos y mi vestido, su mano arde, me desea y yo a él también, sus labios carnosos son apetecibles y mi impulso es morderlos, no lo conozco y debo controlarme... Q diablos! Es sexo!!! Si también me controlo con esto me habré perdido a mí misma...
Su cadera contra la mía, q bultada su entrepierna, q bien nos lo pasaremos...
No dejo de mirarlo, observarlo, y él a mí.
Sonrío y me arrastra a su cama, me da un ataque de risa cuando la llave se atasca y la puerta no se abre... Lo intenta una y otra vez, le provoco apoyandome en la pared, levantando mi vestido y riéndome de la situación... Es entonces cuando me dice q va a bajar al vestíbulo a por otra llave, me sigo riendo y es cuando lo veo claro, yo no debería estar aquí y ahora... 


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