Me he propuesto encontrar a ese hombre q no quiera nada familiar por querer no salir de la cama y fornicar horas, minutos y segundos... ¡Sólo nosotros! Risas y cosquillas, amor y deseo, nuestra piel sintiendo calor y no el frío del exterior. Trabajo hasta el último día y sin encontrar al hombre q me haga vibrar, las horas pasan y sin excusas tendré q coger el tren y marchar con la familia, aguantar a esos primos q sólo veo una vez al año, q fardan de lo q no tienen. Yo paso de aguantar mentiras y rollos insufribles.
Estoy cavilando como librarme, q excusa ponerle a mi madre, cuando lo veo, alto y moreno, con una sonrisa q te hace mojar bragas sólo con verla.
Está fuera de mis posibilidades pero me gusta admirarle, me llaman a cajas y acudo dejando q compre turrones. Sonrío a cada cliente sin mirarles precisamente hasta q el destino me ayuda un poquito y viene él para hacerme olvidar donde estoy o quién soy. Le sonrío como a todos y me la devuelve haciendo q me derrita, justo cuando voy a lanzarme me sustituye otra q tendría las bragas igual de mojadas.
Mi turno acabó y me largo sin distracción. Arranco mi seat León pero no está por la labor, enciendo y apago el motor y nada, no quiere llevarme a casa.
Empieza a nevar y paso de caminar. Lo intento de nuevo sin fijarme en la sombra q tengo a mi lado. Tocan mi ventanilla, me sobresalto, es el chico guapo. Me señala el capó y se lo abro. En dos minutos lo tengo arreglado. Salgo del coche, le doy las gracias, no tan eufórica como él esperaba y es entonces cuando me digo: "ahora o nada". Le invito a una chocolatada q acepta con su mirada antes de contestarme. Pasamos horas y horas hablando, era tan fácil conversar con él... Se nos hizo tarde y me invitó a cenar, menos mal q en su compra no llevaba congelado, de lo contrario ya estaría mojado.
Fui a casa, me cambié y me olvidé de coger el tren, mañana otro día será...
La cena es relajada y amena, está claro q atracción hay un rato... Es entonces cuando me dice q no tiene familia y q en Navidad se va fuera. Lo vi claro, si me dice algo me marcho con él...
Pero vi en su mirada q buscaba sentir, nada frío q compartir...
Le conté como eran las Navidades en casa de mis padres y lo vi reir, disfrutar de mis paridas y de las mentiras familiares. Lo vi emocionarse y lo vi claro de nuevo... Lo invité a casa de mis padres a pasar las Navidades, al principio se negó pero al final aceptó. Cada uno en su casa q hasta el culo le descansa, yo nerviosa no dormí y a mi madre desperté para indicarle el cambio de planes. Le dije q era un amigo, aunque lo cierto es q era un conocido.
Pasó puntual, con una bolsa de mano y yo un maletón... Se ríe mucho y me parece entrañable lo q me hace sentir...
Después de tres horas de viaje, llegamos a nuestro destino. Toda mi familia fuera, se notaba q pocos invitados llevaba...
Pasamos el día sin incidentes, preguntas q contestábamos y asombrados nos miraban. Mi madre había preparado mi habitación para los dos, incomoda le dije q dormiría en otra parte, pero con un beso me cambió la idea, y aquella misma noche formó parte de mí, de mi cuerpo, acabandose la fantasía para disfrutarlo de verdad. Toca mi cuerpo haciéndome estremecer y creo q casa de mis padres vibra como yo...
Hacemos el amor, dulce y cariñoso como si su sueño y su suerte fuese a perderse.
Me dejo llevar y me enamoro sin parar, mi cadera su ritmo sigue y su boca encuentra mi lengua juguetona.
Dormimos abrazados, sin pasar por el baño y ambos mojados. Por la mañana me levanté primero y me duché, él me sorprendió y nos duchamos follando.
Bajamos a desayunar y dimos una vuelta por la ciudad, le enseñé todo lo interesante y volvimos a casa de mis padres. Comimos en familia y nos fuimos a descansar de nuevo...
Tumbados en la cama me confesó q él no era así, q cuando pasasen las fiestas quería seguir conociéndome. Pero q le había dado el mejor regalo de todos, una familia por Navidad.