Hoy os traigo un curioso post que lleva en mi cabeza rondando todo el fin de semana, ¿por qué se casa la gente? Se casan por amor, para aparentar, ambas, ninguna o...
¿Está sobrevalorado lo de casarse?
Cuando eres pequeña sueñas con ese príncipe azul que te rescatará de esa torre subido en su corcel blanco.
¡Paparruchas! Los príncipes azules destiñen, mejor conseguir uno multicolor que sea imperfecto y te haga reír.
Cuando eres una niña y piensas en el día de tu boda lo haces de mil maneras diferentes, nunca lo haces como habías imaginado y muy pocas veces junto a la gente que habías pensado.
Nadie te dice que también tienes que ahorrar para pagarte la muerte, no es tan bonito.
Según creces y conoces a más gente la lista cambia, al igual que desconoces a muchas otras.
Puedes besar a cientos de sapos, puedes conocer a muchos que te regalarán los oídos con intenciones muy diferentes.
Cuando conoces a esa persona que te complementará y decidís dar ese paso es el momento de hacer aquel sueño realidad.
He oído que los preparativos duran un año, para lo rápido que pasa ese día, ya os digo que si te da igual donde casarte no hace falta esperar un año.
Y es entonces cuando empiezan esos preparativos que en ocasiones puede hacer que algunas parejas se desquebrajen.
Y empezamos...
Elegir lugar del banquete, suponiendo que sea por la iglesia, de hacerlo en el restaurante o en el hotel ya lo habríais encontrado.
Luego elegir vídeo y fotógrafo y que estén libres para la ocasión.
Elegir las flores, gasto adicional si te casas por la iglesia.
Los trajes de los novios, suponiendo que no hayan niños o damas de honor.
Las alianzas y arras, si es por la iglesia.
En fin que vas sumando y sumando y la boda de tus sueños puede costarte más de 10.000€ por no hablar de la luna de miel. Creo que verdaderamente ese es el motivo de organizarla un año antes, ahorrar.
Y pregunto, ¿no es más fácil ir al juzgado y casarse? Luego invitas a los más íntimos a una cena o comida y listo.
Pero siempre queremos el cuento de hadas y lo que no nos paramos a pensar es que nuestro cuento puede y debe ser como nosotros queramos.
No hace falta una gran boda para ser felices, solo estar con la persona que te complementa, y si no dura toda la vida no te arrepientas porque todo ocurre por algo.
Y aunque el amor puede acabarse también puede ser eterno y que en esta vida si no arriesgas no ganas ni pierdes.
Será el día más maravilloso y cada fotografía realizada con la retina se quedará marcada en tu mente. Esas imágenes son las que te ayudarán a seguir adelante en los momentos en los que crees que perderás la toalla.
No hay nada que no tenga arreglo y de no tenerlo, oye, ahora está el divorcio.
Creo en la pareja, que ambos confíen en ellos y se quieran tal y como son, sin intención de cambiarlo/a que te gusten sus manías y defectos así como sus virtudes.
Eso es lo que convierte a una pareja en eterna, el amor que se procesan.
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