Las navidades prácticamente han terminado, anoche llegaron los reyes magos, hoy a disfrutar de los regalos o de un día libre y el sábado de vuelta a la rutina, desmontar el árbol y punto final a tanta falsedad navideña.
Un año más te das cuenta de que algunas personas cambian en estas fechas, y lo seguirán haciendo el año que viene.
Se acabaron los excesos de comidas, de bebida y es hora de asentar la barriga.
Adiós polvorón, hola zanahoria.
Ya os digo que no es mi caso, mi mantra es: a quién no le guste que no me mire, mientras me guste yo...
Para este 2017 me he propuesto también leer un libro por mes, de momento mal voy que no he empezado ninguno.
Por motivos profesionales no sé si publicaré este año, no lo descarto pero mi vida sufrirá unos cambios a los que me tengo que adaptar.
Haciendo balance de estas navidades no han sido tan terribles, echas de menos a quienes no están, pero hablas de ellos como si estuvieran. Sigues tradiciones inventadas y te planteas nuevas.
¿Quién dice que a las once de la noche no puedas estar en la cama durmiendo en NocheVieja, es necesario salir, comer las uvas y no aceitunas?
Vivimos en una sociedad consumista y luego lloramos la cuesta de enero cuando realmente deberíamos gastar lo que podemos, no más para impresionar.
En fin, espero que los Reyes Magos de Oriente os hayan traído muchas cosas y que disfrutéis de estos días de fiesta, quienes tengan.
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