Después de mi último post os traigo mi disfraz de éste Halloween y os explico el motivo de mi terrorífico disfraz.
Resulta que en mi trabajo nos dijeron que podíamos disfrazarnos y me pareció curioso y divertido, así que enseguida supe de qué y de quién me iba a disfrazar, Jack Skellington (Pesadilla antes de Navidad) es una de mis películas favoritas de Tim Burton, en alguno de mis post lo he mencionado.
Si queréis ver los resultados podéis hacerlo en mis redes sociales, tanto twitter, @vic_ama, como Instagram Amagoia_Arce.
Elegí el disfraz de Jack porque dicha película es una de mis favoritas y siempre había tenido la ilusión de hacerlo, pero para un rato de pasear con los niños pidiendo chucherías no me iba a emborronar tanto. Así que me levanté a las 4:45 de la mañana y comencé con la laca del pelo haciéndolo blanco para que al pintar la cara de blanco hiciese fusión óptico y se viese como una calavera. En fin, espero que podáis verlo en mis redes y me deis vuestra opinión sobre si me parezco o no. Mientras tanto yo iré pensando en mi próximo HALLOWEEN.
Durante mi jornada laboral recibí adulaciones por el buen trabajo que había hecho, lo mucho que les gustaba, el parecido que teníamos (para mí cualquier parecido es casualidad) y por parte de clientes sonrisas, felicitaciones y una pareja de extranjeros me pidieron una foto, algo que me hizo mucha ilusión.
Todo no acabó después de mi jornada laboral, por la tarde nos dedicamos a ¿truco o trato? para que la tradición adquirida fuese del todo auténtica, aunque por aquí no hay mucho hogares que realicen dicha tradición y muchos niños se quedan sin caramelos.
La anécdota del día fue acudir al túnel del terror que organizan en mi pueblo, el infantil de 17h a 19:30, lo que ya es un agobio ya que muchos niños salen a las 17h de los colegios por no hablar de si tienen extraescolares. A diferencia del año pasado no pude entrar con mi perrita Lluna, porque temían que los sustos le asustasen (yo la llevaba en brazos) aún estoy esperando esos sustos que pudiesen asustarla, a ella o a los niños. Se supone que es la hora infantil por lo tanto los sustos son mínimos, de ahí que entren niños de tres meses. Pero la indignación es que el año pasado me dejasen entrar con ella (no ocurrió nada con la perrita porque iba durmiendo en mis brazos y no se enteró de nada) y éste año no me dejasen. Esa preocupación de la reacción de mi perra lo entendería si fuese un perro grande, que no es el caso. Pero espero que esa misma preocupación la tengan cuando la misma organizadora haga otros eventos, que piense en los animales y prohíba los petardos y cohetes que sí alteran a los animales más que una bruja acariciando una bola de cristal suspendida en el aire.
Pero no es la única queja sobre el túnel del terror, a las 22:30 se hacía la sesión adulta (ahí no se me ocurriría llevar a mi perrita porque entiendo que los sustos sí que son más elevados) para mayores de catorce años. Para mi sorpresa me entero hoy de que niños menores de dicha edad acompañados de un adulto pueden entrar. Entonces, ¿las normas están para saltárselas? ¿Una niña de siete años si va con un adulto sufre menos miedo o se curan en salud echando la responsabilidad al adulto por entrar con un menor de catorce? Si ven a un adulto con un menor de catorce (su norma es prohibida la entrada a menores de catorce años a la sesión de 22:30) deberían prohibirles la entrada, pero eso no ocurre, una vez más, hecha la ley, hecha la trampa.
Sé que pensareis que no debería llevarla a esas cosas de sustos, pero sinceramente, no lo haría si supiese que le puede pasar algo, pero en la hora infantil los sustos son leves, inexistentes, de ahí que dejen entrar a bebés de tres meses. Y no hago comparaciones raras, lo digo porque un bebé es mucho más impresionable que un perro al que llevas en brazos y ya entró el año pasado.
Lo que revindico es que el año pasado me dejasen entrar y este año no.
Y bueno, hoy es uno de Noviembre, día de Todos Los Santos, y si hago memoria al pasado recuerdo que tal día como hoy se estrenaba ropa, se iba al cementerio, luego a la feria, después de comida y por la tarde volvías a la feria.
Recuerdo de mi infancia estrenar abrigo, vestido aterciopelado, botas y recuerdo la lluvia.
Hoy por hoy seguimos en manga corta y no viene el frío ni la lluvia ni pagando.
Mi idea del uno de Noviembre ha sido muy diferente, no he salido de casa, no me he quitado el pijama, levantándome tarde y aprovechando el día para ver series y poniéndome al día con mis lecturas atrasadas.
Lo mejor ha sido hablar con mi editora y ver los planes que vendrán junto a mi sexto libro, Busco Pareja Por Navidad, que por si no os lo he dicho saldrá a la venta el 24 de Diciembre y estará en 150 plataformas digitales y si lo queréis pedir en vuestra librería de siempre y más cercana también podéis hacerlo.
Os doy las gracias por llegar a tantos hogares y recibir vuestras opiniones, sois geniales y que sepáis que sin vosotros no hubiera podido hacerlo.
Espero que os guste la portada y para poneros un poco los dientes largos os dejo la sinopsis de la historia, mi primera novela comedia romántica:
Estefanía Ruiz, 30 años, peluquera y cansada de que su familia se meta en su vida con incansables interrogatorios sobre su vida en pareja, o más bien la ausencia de ella; decide poner un anuncio en una página de contactos de internet para que le haga compañía durante las fiestas navideñas.
Contestan a su anuncio muchos hombres pero le llama la atención Adrián Savall que vive y trabaja en New York. Es entonces cuando Estefanía cree que puede cumplir su sueño de viajar a New York si consigue enamorarlo.
Dos desconocidos y una aventura.
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