viernes, 9 de diciembre de 2016

Se acerca la Navidad...

Buenos días, buenas tardes, buenas noches...
El 21 de noviembre os dejé un post hablando sobre la Navidad, los regalos que hacemos y la cantidad de personas a las que felicitas con quienes no hablas el resto del año, no a todos les pasa eso, hay familias unidas.
En fin, que en Navidad gastamos mucho más de lo que deberíamos en regalos, siempre queremos sorprender y no nos damos cuenta que en otra época del año es más barato.
Son fechas de consumo y aún así ahorramos o apartamos dinero para el ansiado cambio de año.

Esta semana he estado bastante ocupada buscando un restaurante con cotillón y barra libre para tan señalada noche. Pero, cuando lo encontré fueron mis amigos quienes se retrasaron para abonar el dinero y esto hizo que cuando fuimos a reservar y pagar ya estaba todo completo.
Llamé y llamé a mil sitios dónde los precios eran mucho más elevados y con menos tiempo de barra libre.
A mi lo que más me gusta es estar con mi gente, no importa el sitio, importan las risas, los buenos momentos.

Está claro que son fechas señaladas y que todos queremos regalos, pero no valoramos el mejor de todos, el instante.
Realmente nos gastamos verdaderas barbaridades cuando podríamos cenar en cualquier casa con todo de plástico porque realmente no necesitamos nada más que la compañía.

Os voy a contar mi experiencia sobre esta nochevieja, imagino que el mismo problema que ahora tienen muchos. Como he comentado antes aunque no tengamos dinero, ahorramos para gastárnoslo en lo que nos importa, y muchos restaurantes aumentan sus precios esa noche por el cotillón y porque hay que pagar a todos los trabajadores que esa noche merecen un extra.
Por eso me recorrí toda mi ciudad buscando el lugar perfecto, lo encontré y estaba reservado. Desde el día uno que ya no hay plazas, y sigues buscando sitio y comparando precios para acabar haciendo una locura, 25 personas en mi casa. En fin, creo que mi mantra será, "lo importante es pasarlo bien, las risas".
Mi consejo es que no os hagáis mala sangre, si algo no sale bien es por algo y si lo pensáis bien, siempre podéis llevar uvas en el bolso y cenar McDonald, no hace falta una gran cena, ni gastar mucho dinero para pasarlo bien.

Ahora viene mi parte favorita, las supersticiones...
En Nochevieja nos hablan de llevar lencería roja, comer uvas y brindar con cava.
Me imagino que dependiendo del país, de la ciudad y de la economía de cada uno lo hace mejor o peor.
Pero, ¿quién dice que tienes que seguir tradiciones y no hacer las tuyas propias?
Puede sonar ostentoso pero mi madre todos los años terminaba el año brindando con una botella de Moet, yo no he seguido las mismas costumbres, pero llevo la lencería roja y meto oro en la copa, y alguna inconfesable.
Pero creedme que es divertido no hacer lo que hacen el resto.
Y nada de lentejas en año nuevo!!!!

Bueno, creo que ya os he soltado un rollo importante, espero que disfrutéis de estas fiestas, que hagáis lo que os haga feliz y no dejéis de sonreír.
Feliz Navidad y próspero 2017




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