Cuento de hadas

Últimamente leo mucho, no, muchísimo; y aunque hace mucho que dejé de creer en los cuentos de princesas y príncipes no puedo dejar de leer libros de ficción erótica, todos acaban bien aunque en la trama se les complique la vida y todos son bellezones... Alguien habrá por ahí aunque no se ajusta a la realidad 100%.

Pretty Woman nos ha hecho mucho daño, todas esperamos un Richard Gere que nos salve...

Todas tenemos esa diosa que nos hace cometer locuras bajo el hechizo de nuestra libido y también tenemos a Pepito grillo quien nos conduce a la realidad de lo que está bien o mal.

La imaginación y la fantasía son nuestras aliadas para evadirnos de la realidad que nos rodea. Por eso, cuando yo leo imagino que la prota soy yo, en ocasiones la historia es realmente identificatoria con la realidad, otras se asemeja y en otras empatizas tanto que crees que eres tu... Eso es lo bonito! Lo malo, la realidad! Qué realmente no hay hombres así! Y si los hay seguro que están pillados para los pocos que hay.

A todo esto le añado que muchas de nosotras en algún momento de nuestra vida nos sentimos tentadas por el chico " malote" como si nosotras tuviéramos que hacer nuestra obra de caridad y salvarlos de ellos mismos... ¡No! 

Nuestras armas de mujer no siempre funcionan y no es oro todo lo que reluce.

Nunca me ha gustado la sumisión, será porque mi carácter no lo permite, pero reconozco que de vez en cuando lo utilizo para hacer realmente lo que quiero haciendo creer que el sexo contrario ha ganado... Ese es nuestro juego y saber aprovecharlo, nuestra ventaja. Os deseo feliz semana, no he terminado de divagar, otro día más. No dejéis de leer y de fantasear porque nuestra mente es nuestro tesoro.