Las horas pasaban, no llamabas, no escribías y supe que no eras persona y decidí dejarte dormir.
No sé qué hora es pero me encuentro en la calle, mojada y con una cosa clara, ir a tu casa.
Corro y corro por las calles silenciosas, el camino es largo y cada vez más estrecho, no lo recordaba así.
Miro mi reloj y las agujas dan vueltas como locas, sin marcar nada.
Freno en seco y me empiezo a reír sola, solamente es un sueño del cual no quiero despertar.
Oigo un pitido, el coche no frena y me atropella causándome dolor, grito y de un salto aparezco a tu lado, con total confortabilidad.
Sigo soñando, estoy segura, tu nunca duermes con pijama, ni en verano ni invierno.
Me quedo contemplándote, te besó la mejilla y es ahí cuando despierto deseándote solo a ti.
Le doy la espalda a la lluvia y a la ventana, para mi sorpresa estás en la cama, sonrío y te abrazo, no te he perdido aunque discutamos por ver quién es tan frío como el invierno, sigues queriendo mi calor y mi cuerpo.
Te beso despertándote de tu sueño, me miras y sonriendo añades: "Eres mi sueño hecho realidad"
Los sueños se hacen realidad. Bonito microcuento
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