Todo puede cambiar, pero te necesito en mi vida para respirar.
Maldita dependencia que sin ti no sé vivir.
Las luces del alba me despiertan cada mañana y finjo cada día con una sonrisa que no te añoro, pero no puedo ocultar más lo que siento. Siento que sin ti no soy nada, que por ésta tontería hago un mundo, mi mundo; ese donde no estás. Pero volverás, cada año vuelves y siempre te espero aunque luego desee perderte de nuevo. Escúchame reír, la cervecita y la playa es mi día a día una vez te tenga. Gracias por las vitaminas y energía renovada, pues me encanta que el día sea más largo y pueda disfrutarlo. Gracias Verano por venir porque de ti aprendo a vivir.
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