Pienso en esos días q llovía igual y acurrucados en el sofá me besabas sin final. De hecho contemplo dicho sofá y te echamos de menos. Aquellas sábanas blancas q tanto te gustaban fueron incineradas, no pretendo q lo entiendas, tendré q asesinar el sofá y reemplazarlo por algo q no te haya disfrutado. Necesito olvidarte.
No he cambiado de número, pero sí de móvil, dos veces.
Si me acuerdo de ti no podré olvidar lo q me hiciste pasar, no fue malo, de verdad. Pero no pudimos continuar. Eso me da q pensar, preferiría q fuese por otra y no por cabezoneria.
No pretendo recuperarte, sólo llorarte...
Llueve y te recuerdo haciéndome el amor en cada parte de mi casa, manía la mía de no ir a la tuya, te acordarías de mí y dejarías de fingir q sólo pasé por tu vida para demostrarte q se puede amar.
Duele no poder hablarte, duele no querer recordarte, duele llorarte y q llueva en todas partes.
Nadie sabe q es por ti, lo sé yo y con eso me vale.
Sabes q, te llamaré, necesito oír q me necesitas... Perder de vista, hazme daño para q pueda odiarte y seguir adelante...
Al tercer tono lo coges, para mi sorpresa, nos saludamos, pareces sonreír, ahí peco y te invito de nuevo a mi vida...
Está lloviendo, estoy nostálgica y quiero tus besos, tu aroma en mi almohada y no llorar más.
Aceptas, en veinte minutos vendrás y me volverás a querer, dejará de llover, dejaré de llorar...
Sigo con el teléfono en la mano, no ha descolgado, todo lo he fantaseado, hubiese sido mejor no llamarlo.
Una hora después, tronando, lloviendo y llorando; apareces en mi casa, tu mejor cara y dándome ese beso q me confirma q también has pensado en mí.
No importa q llueva si son tus brazos los q me recuerdan q estás aquí por mí. No te vuelvas a ir y si lo haces no vuelvas a venir. Sé q sabes q cada gota es una lágrima pero aunque inunde la ciudad no vengas, después será peor. Prefiero sufrir y pasarlo q creer q vendrás a solucionarlo. No puedes bloquearme, ni olvidarme, pues de mi cama no salgas.