No moverme de la cama esperando el beso q me hará abrir los ojos y comerte esos labios q anoche tan loca me tuvieron, desearte de nuevo entre mis piernas y q recorras mi cuerpo con tu lengua mientras tu entrepierna se endurece con sólo olerme.
Me hago la remolona pensando en la sesión de sexo de por la tarde, como te puse sin hacer nada, como nos deseamos sin rozarnos, no quiero q acabe, no voy a dejarte...
Sino te veo sonreír mi corazón se parte en mil, sino pudiese escucharte no comenzaría el día hasta oír tus "buenos días"
Cada uno su vida, está claro, pero ahora estás comiendo de mi mano y no voy a dejar q eso acabe jamás, te quiero en mi vida, en mis sueños placenteros y en mi cama cada vez q tú quieras ponerme a raya.
Me estiro y te espero impaciente, parece q te llevará rato pues te oigo organizarlo todo...
Sigo sonriendo, pues no queríamos nada serio y llevamos... Uffff... Ni lo cuento...
Me encanta la hora de la ducha cuando crees q no te van a sorprender y aparece él abrazándote como sino hubiera después, besando con esa calidez y deseos de ponerte contra la pared...
Le oigo danzar por el pasillo, ¡ya viene! Me hago la dormida y espero a q entre, deja una bandeja sobre la cama, se acerca a mí y me busca los labios, me besa y protesto (q mal finjo, me lo comería ahora mismo) sus palabras hacen q abra un ojo y me ria en su cara, pues el muy pillo me dice: "Sé q estás despierta pues me la has puesto dura sólo con pensar en mí" ¡será creído!
Me abalanzo a su cuello, después de reírme un rato, besándolo con desesperación, necesito sentirlo en todos los sentidos.
Sus comentarios me enamoran un poco más, si eso es posible, desayuno en la cama, ambos lo hacemos tapados con la manta. Es mi mejor regalo de Navidad.
Veo un pequeño paquete envuelto en rojo con lazo dorado, te miro y sonríes, muy grande para ser un anillo, no eres de casarte así q eso no me lo espero... La abro como si fuese una niña de cuatro años, me tiemblan las manos pues no esperaba nada y aquí está queriendome un poco sabiendo q no creo en el amor y q me romperá el corazón, aunque merecerá la pena llorar por haber perdido q no dejar q entré en mi salón de estar...
Sigo pensando, cuantas vueltas le doy a todo, mientras abro el regalo. Veo la caja y sé q le ha costado una pasta, Swarovski pone en la caja... La abro y veo un colgante en forma de corazón con algo grabado: eres mi vida, mi amor, mi corazón...
No puedo tener mejor regalo q él, forma parte de mi ser y no quiero q nada ni nadie dude q nuestro amor es tan verdadero como los q creen en ello.
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