Se acaba el 2018 y comienza un nuevo año con las páginas en blanco para llenarlas de sonrisas, de algunas lágrimas ¿por qué no? Lo importante es llenarlas y no quedarse por el camino con cien mil historias que contar.
El 2017 lo terminé con fiebre y sin comerme las uvas no sé si tendrá algo que ver o no, pero es casualidad porque el 2018 ha venido cargado de cosas malas, también buenas.
No recuerdo la fecha pero sé que empecé con ansiedad lo que me llevó a estar unos días recluida en casa y reeplantearme ¿qué quería? Y el 2 de Octubre tuve el pequeño susto del que sigo intentando comprender aunque hay preguntas que nunca llegarán a responderse.
Todo ocurre por algo, aunque no sepamos el motivo; pero ahora me tomo la vida con otra perspectiva, me puedo parar y observar una imagen que antes hubiera fotografiado y publicado en mis redes sociales pero no hubiese valorado.
No sé si lo que me ha pasado es para que saque tiempo para vivir, vivir de verdad. Sonreír más y olvidarme de lo que digan los demás porque es fácil decirlo, ahora toca hacerlo ya que no puedes gustar a todo el mundo. Mejor gustarme a mí misma y ser fiel con mis principios.
Rescato de éste año mi primer Sant Jordi en Barcelona, fue una gran experiencia que guardo con un gran cariño.
Mi sexto bebé llegó en Navidad del 2017 y se convirtió en Best Seller, no esperaba esa acogida en Barcelona ni en mayo en la feria del libro de Madrid, por primera vez iba como escritora y no como lectora. Fue una experiencia alucinante.
Cumplí los 33 en Londres con una escapada alucinante y en septiembre me perdí una semana en Italia recorriendo Roma y Venecia.
Mi idea era hablaros y que junto a mí hicierais un recorrido por la Bella Italia, pero a veces no ocurren las cosas como se planean.
No ha sido todo malo el 2018, pero lo malo ha sido más intenso que lo bueno. También hubo un piercing en la oreja derecha y un tatuaje, de campanilla. Sí, hubo muchas locuras.
Y ahora sí... Ahora después de soltar el rollo empezaré por los libros leídos en éste turbulento año.
Podéis ver mi opinión en mi blog en la sección "me gusta leer"
Pese a creer que he tenido tiempo para mucho más reconozco que este 2018 me he dedicado a ver series que también tenía en lista de espera.
1. No eres mi tipo
2. La Culpa Fue de Saramago
3. La vida escondida entre los libros
4. Amistad y Tormento
5. Nubes de Ketchup
6. El secreto de mi deseo
7. Highlander tenías que ser
8. Amor en Vena
9. El amor se ríe de mí
10. Demasiados zapatos para Cenicienta
11. Navidad en Manhattan
12. El Noviembre de Kate.
Mi favorito por todo lo que me hizo sentir es Nubes de Ketchup.
Ya he dicho que no es malo todo lo que he vivido y no lo cuento todo porque he aprendido a no hablarlo todo ni ha poner en las redes sociales lo que hago en cada instante.
Realmente a nadie le importa con quién tomo una cerveza, cuándo podía, ni si camino por la playa o respiro aire de montaña. Las RRSS son armas de doble filo que no siempre juega a nuestro favor.
No os voy a mandar posibles vestidos o maquillaje para estas fechas ya que eso es muy personal y dependiendo del lugar y tal pues varía la indumentaria.
En mi anterior post ya os puse varias opciones decorativas para las uñas.
Y en éste os hago un breve resumen de las tradiciones navideñas para despedir el año y recibir el nuevo con las 12 uvas, el oro en el cava o la ropa interior roja y lo más romántico, besarse a media noche.
No le pido nada al 2019, claro que me gustaría que fuese mejor, pero de lo malo también se aprende; así pues si tengo que pedir, pido salud.
Pido que cada mujer pueda salir de su casa sin miedo y volver sana y salva.
Pido que las autoridades con aires de grandeza no lleven armas si no saben utilizarlas. Están para proteger al ser vivo.