Domingo 19 de Febrero y aunque procuro cada domingo traer algo nuevo a mi blog hay veces que es un tanto imposible. Hoy no es ese día.
Resaca de San Valentín, el martes volvió cupido para recordarnos que si no haces regalo no quieres a tu pareja. Me estoy riendo todavía de lo que hice ese día.
Llevo años sin celebrar San Valentín, me di cuenta de que las floristerías suben el precio de sus rosas rojas ese día, de que hay hombres que recurren al regalo fácil en lugar de usar su imaginación.
¿Quieres a una persona más ese día por qué es lo que te indica la sociedad?
Recuerdo el último regalo que me hicieron por San Valentín, me mandaron mi canción favorita por whatsapp y me felicitaron el día.
Lo recuerdo porque estuve sonriendo todo el día, con un detalle tan insignificante, tan sencillo puede convertirse en lo mejor.
Siempre he dicho que los días así te esperas algo, hasta una caja de bombones.
Pero un día cualquiera, como hoy, no te esperas nada y es entonces cuando de verdad te sorprenden, cuando te hacen un regalo desde el corazón sin que nadie te diga "hazlo, debes hacerlo."
¿Cuántos maltratadores regalan ese día para unas horas después abofetearte en el nombre del amor?
¿Cuántos y cuántas regalan ese día aunque su corazón palpite por otra persona?
¿Y quién dice que San Valentín tengas que celebrarlo con tu chico/a?
Bueno, pues mi San Valentín, San Calentín o San Solterín lo celebré comiendo con unas amigas, riéndonos y gritando como locas.
Durante toda la comida brindamos por nosotras.
No pierdas el tiempo con alguien que no tiene tiempo para ti.
Es mi nuevo mantra, y es tan real como la vida.
¿Para qué preocuparte por alguien que no tiene tiempo para ti?
Cuesta mucho desconectar, pero no es imposible.
Ya sabéis que a mí lo de quedar bien no me va, soy demasiado sincera y directa. Por desgracia también he descubierto que pese a negarlo algo creo en el amor, siempre veo alguna bonita historia detrás pero la realidad supera a la ficción y no siempre es cómo nos gustaría.
Después de la comida me fui con una amiga, sí, ella es consumista. Quería regalarle una cosita a su chico y fui para aconsejarla.
Al entrar sonreí por la cantidad de hombres que habían allí intentando elegir el mejor regalo para sus respectivas parejas.
Muchos estaban indecisos, o bien llevaban poco con sus chicas o no las conocían.
Uno de aquellos clientes me miró, tendría unos cuantos más, 37 o así. Le sonreí y le guiñé un ojo, para mi sorpresa me lo devolvió y aluciné tanto que corroboré mi teoría de que muchos hombres sólo hacen lo que se esperan de ellos.
¿No puedes sin más pasar un día por una joyería y regalarle ese reloj que tanto le gustaba, sin motivo, santa gana?
No necesitamos regalos caros en Navidad, no necesitamos rosas que se marchiten en San Valentín, necesitamos besos verdaderos, abrazos que nos diga "estoy aquí y no me voy a ir" hechos y no palabras. Y por hechos no me refiero a objetos disfrazados con un te quiero.
No creo que amar a una persona implique ir con un talonario detrás ni por mucho que te regalen más te han de amar.
Para mí, el amor está en una mirada, en una sonrisa o un beso. Esa caricia matutina de buenos días o recordar que tu comida favorita son los spaguettis y te los haga para cenar, cualquier día.
Mi San Valentín perfecto es él todo el año.
Esa sería mi respuesta si me preguntasen ¿cómo es tu san Valentín perfecto?
No se trata de regalos, sino de hacer el momento diferente, único y especial, difícil de olvidar; ese es el amor, con tu pareja o con tus amigas.
No lo celebres, vívelo!!!!